Desde hace algún tiempo, trato de vivir sin azúcar y, he de decir, que me siento realmente bien con este nuevo estilo de vida. ¿Por qué he cambiado? Hay muchas razones que me han llevado a tomar esta decisión. Una, y quizás la principal, fue mi chico. Él es diabético (tipo 1), lo que me llevó a cuidar nuestros hábitos alimenticios. Pero, tengo que reconocer que ya antes de conocernos, yo había cambiado mi dieta por una más saludable. ¡Mi cuerpo y el medio ambiente me preocupaban!
Mucha gente piensa que estoy loca (o que soy rara). Dicen que no se puede dejar de comer dulce de una forma voluntaria. El problema, como yo lo veo, es pensar que azúcar es sinónimo de dulce, ya que podemos (y tenemos) infinitas opciones para hacer dulces sin azúcar. Además, azúcar no es sólo comer pasteles, tartas, o el llamado «dulce» en general, azúcar es también el fast food o toda la comida procesada.
Es probable que pienses que no podemos vivir sin azúcar, porque vivimos en un mundo que nos lo impide. Es cierto, pero solo en parte. Ya que si queremos podemos cambiarlo y lograr vivir sin azúcar. Hoy te voy a contar algunas razones y trucos que te pueden ayudar (si quieres) a hacerlo…
Beneficios de vivir sin azúcar.
Estos son solo los más importantes. Pero, el mejor consejo es probar y tomar consciencia…
- Descubrir el verdadero sabor de la comida. Al principio es probable que pienses que la comida pero, te aseguro, que amarás el cambio y descubrir el verdadero sabor de cada comida.
- Diferenciar el hambre emocional del verdadero hambre. Porque el azúcar nos da placer, es como una droga. Cuanto más azúcar consumamos, más azúcar nos pedirá nuestro cuerpo. Pero, si dejamos de comerlo, dejaremos de necesitarlo.
- Más engergía. El azúcar nos da una energía inmediata. Pero, esta energía se va casi tan rápido como ha llegado. Si comemos sano, realmente sano, podremos tener energía todo el día.
- Salud. Porque el azúcar (especialmente el refinado) puede causar infinitas enfermedades: diabetes, obesidad, depresión,… además de afectar también a nuestra flora intestinal.
¿Dónde está el azúcar?
Vivimos en un mundo «dulce» y, es triste pero cierto, es muy difícil evitar el azúcar. Pero, si sabemos donde está, podemos evitarlo.
Estos son los principales alimentos y productos que, si queremos vivir sin azúcar, deberíamos de evitar o, directamente, eliminar de nuestra vida
- Galletas, pasteles, bollería, cereales, jamón cocido, mantequilla, o yogures. ¿Por qué no cambiarlo en nuestro desayuno por fruta, huevos revueltos, o tostadas con aceite?
- Evitar cualquier tipo de zumo industrial o refresco. Son realmente insanos. Mejor, probar a hacernos nosotros mismos nuestro propio uno (y si vamos fuera, pedir zumo natural y pedir que sea sin azúcar).
- No comprar comida procesada. Y cuando digo comida procesada me refiero a cualquier tipo de precocinado, congelado,… ¿Por qué no optar por ir al mercado y comprar productos de temporada y cocinar nosotros mismos? Y, por su puesto, evitar cualquier tipo de salsa procesada: tomate, pesto, mayonesa,… y probar a hacerla en casa.
- Y, por encima de todo, elimina de tu dieta los caramelos y todos esos dulces que te llaman desde las tiendas. ¡Puedes hacerlo!
*Intenta a comprar pan en un buen horno, que sepas que no es procesado.
Y procura comer frutas y verduras de temporada. Si tienes en cuenta estos consejos, tu dieta será mucho más sana, porque la naturaleza nos en cada momento del año los productos que necesitamos 😉
Dulces y saludables alternativas.
Es probable que pienses que no eres capaz de vivir sin azúcar. Pero sí puedes. Yo amo el dulce, y me encanta cocinar pasteles, bizcochos, galletas,… Así que voy a convencerte de que realmente se puede:
Cambia tus recetas, por ejemplo, usando una pieza de fruta en lugar de azúcar. Yo suelo usar una manzana y un poco de canela para endulzar mis bizcochos. También puedes añadir pasas o otro tipo de fruta similar.
Miel. Es natural y un dulce sano, además de tener muchas propiedades y beneficios. Pero, esta debe ser natural (nunca procesada) y la podremos usar a diario.
Verduras dulces como la calabaza, la zanahoria, la remolacha o el bonito son ingredientes que, añadidos a nuestros pasteles, pueden darnos un sabor muy dulce y especial.
Y, ya para acabar, me voy a confesar. ¡Amo el dulce! y, aunque mi dieta (y sobre todo forma de pensar) han cambiado, disfruto tomando un trozo de tarta o un helado de vez en cuando. ¡Ser sano también es ser flexible con uno mismo!
Lo importante, al fin y al cabo, es consumir conscientemente y tener una dieta sana. ¡Esta es sin duda mi mayor consejo!
Solo tenemos un cuerpo, una vida y un mundo. ¡Cuidémoslos!